lunes, 25 de febrero de 2008

Nuevas travesuras del "ejército más moral del mundo"

En el post anterior vimos cómo las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) usan escudos humanos, incluyendo niños, lo cual, por supuesto, no quita que sean, al decir del premier Ólmert, el Ejército más moral del mundo.

En Haaretz de hoy nos enteramos de nuevas excepciones a estos altos estándares de moralidad. El rotativo relata las revelaciones de un programa investigativo de la TV israelí, divulgadas, con material fotográfico incluido, en un programa del 24-FEB-2008. Dice Haaretz:

Esta vez, fueron soldados regulares de la Brigada Kfir. Expusieron sus traseros y órganos sexuales a los Palestinos, apretaron un calentador eléctrico contra la cara de un jovencito, golpearon a muchachos hasta dejarlos aturdidos, grabaron todo en sus celulares y se lo mandaron a sus amigos. Una de sus "travesuras" fue probar cuánto tiempo podía sobrevivir un palestino al que sofocaban. Cuando se desmayó, el experimento fue suspendido.
No es la primera vez que los soldados de la Kfir se revelan tan juguetones. En julio de 2007 se dio a conocer que miembros de esa brigada secuestraron a un taxista palestino en Dajaria y dispararon contra un transeúnte. Según Ynet, en el mismo programa investigativo el autor del secuestro, teniente Jacob Gigi, apareció junto con el taxista palestino (Ynet no considera necesario mencionarlo con nombre y apellido, dado que como todo palestino es anónimo), a quien "pidió perdón" en términos un tanto particulares:

Durante su entrevista, Gigi pidió encontrarse con el conductor palestino para pedirle perdón. En el programa, Gigi y el taxista se encontraron cara a cara y se estrecharon las manos.

"¿Me recuerda?", preguntó Gigi a su víctima. "¿Recuerda mi cara de cuando lo arresté?". El taxista replicó que no.

"¿Sabe por qué vine aquí? Primero de todo, me disculpo. En esa situación usted estaba en el lugar incorrecto y en el momento equivocado. No fue nada personal contra usted. Y vine aquí en persona a disculparme de parte mía y de los soldados", dijo Gigi.
Qué inútil este palestino, no saber que estar en los territorios ocupados por Israel en cualquier época del año es estar en mal lugar y en mal momento. Ni en las disculpas públicas que el Ejército le mandó a pedir pudo este teniente renunciar a la venerable costumbre israelí de culpar a la víctima. (Párrafo aparte merece el narcisismo revelado por su pretensión de que la aterrorizada víctima de un secuestro se acuerde de su cara.)

Casi puedo ver a las fuerzas de la Hasbará preparando el control de daños. Sus argumentos serán:

1) "En Israel estas cosas se castigan". FALSO. Se investigan estos casos particulares porque hubo fotos y testigos valientes (entre ellos, soldados israelíes mujeres) que revelaron todo cuando ya se estaba preparando el encubrimiento, que es el procedimiento normal israelí aun desde los más altos estamentos, como en el caso del Bus 300, en el cual la cúpula misma del Servicio General de Seguridad había decidido encubrir el asesinato de dos detenidos indefensos hasta que apareció un video inculpatorio. Y aun así, las penas que se impondrán serán simbólicas, y hasta es posible que los responsables no cumplan un día de prisión.

2) "Se trata de casos aislados". FALSO. Estos casos son sólo la punta de un iceberg que hundiría a un acorazado. Cuando hablan en el anonimato, los soldados israelíes revelan las más variadas atrocidades (pronto dedicaré un post a esto), que jamás serán investigadas.

En fin, que el mundo ya está un poco harto de que el comportamiento del Ejército israelí conste de excepciones, excepciones y más excepciones. Nos gustaría que, por una vez, se cumpla la regla, esa que dice que las FDI tienen una estupenda moral, la más alta del mundo.

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