lunes, 8 de febrero de 2010

¿Qué clase de monstruos esconderían armas en sus templos?

Los judíos:

Un reservorio de armas que datan de la Guerra de la Independencia de 1948 fue descubierto en una sinagoga en Magdiel, Hod Hasharón, el jueves.

La policía dijo que las armas fueron encontradas en el primer piso, escondidas en un arcón de madera, por trabajadores que estaban limpiando el área.

Zapadores de la policía del subdistrito de Sharón retiraron las armas del edificio.

La sinagoga fue usada como centro de operaciones por la Haganá durante los meses que precedieron a la declaración de la Independencia.

Pero nos habían dicho que estas cosas sólo las hacían los árabes. Por eso había que bombardear sus barrios densamente poblados: porque escondían las armas en las mezquitas, y construían las mezquitas en los barrios.

¡Ahora resulta que los judíos, cuando no tenían un estado, hacían exactamente lo mismo!

Una de dos: o los judíos son tan monstruosos, inhumanos e indignos de la vida como los palestinos.

O bien los palestinos son seres humanos después de todo, que matan ancianas y niños con bombas en mercados (igual que hicieron los judíos en su día), usan escudos humanos (exactamente como los judíos) y esconden armas en templos (como los judíos).

Pero no, esto último no puede ser. Los árabes no son humanos. Me lo dijo el shelíaj en una clase de hasbará.

domingo, 2 de agosto de 2009

¿Qué clase de monstruos pondrían a sus propios bebés como escudos humanos?

Los judíos ultraortodoxos:

La policía detuvo a 15 judíos ultraortodoxos este sábado durante enfrentamientos que se desataron luego de que manifestantes jaredíes invadieran un estacionamiento en Jerusalén, en la más reciente protesta contra la apertura del sitio en Shabat.

Unos 150 manifestantes lograron entrar en el lugar, pese a los esfuerzos de la policía por impedirlo.

La policía amenazó a continuación con retirar por la fuerza a los jaredíes trayendo un vehículo con un cañón de agua al sitio. En ese momento, una mujer que sostenía a un bebé se unió a los hombres que manifestaban, para impedir que la policía cumpliera su amenaza.

Lo que no entiendo es por qué la policía no disparó el chorro de agua contra los manifestantes de todas maneras. Por supuesto, el bebé podría haber resultado herido o hasta muerto. Pero la culpa habría sido de la mamá, ¿no? No quiero creer que Israel aplica distintos criterios para los árabes que para los judíos que usan escudos humanos; el estado más moral del mundo no hace esas cosas...

lunes, 16 de febrero de 2009

Y sigue el abuso de Martin Luther King

Hace más de 40 años Martin Luther King escribió una Carta a un amigo antisionista. En dicha misiva, el luchador por los derechos civiles y premio Nóbel le explicaba al mundo que ser antisionista es, de hecho, una forma de ser antisemita...

Paren las rotativas; esa carta nunca existió. Fue un bulo sionista más, sólo que tan torpemente perpetrado que una elemental investigación de Tim Wise lo puso en evidencia con brutal crudeza.

¿Cómo se explica, entonces, que en el Jerusalem Post de hoy se incluya un artículo de Arno Lustiger basado en esa fraudulenta epístola kinguiana? Como veo conspiraciones por todas partes (no por nada soy antisemita), pienso que es posible que un Post abochornado termine por retirar la página con el indolente artículo, así que me molesté en capturar la correspondiente pantalla:



¿Cómo es posible, decíamos, que Lústiger dé por buena la carta, y que los editores del Post la hayan dejado pasar?

En Atrapado sin salida, conocida fuera de la Argentina como Alguien voló sobre el nido del cuco (Someone flew over the cuckoo's nest), Jack Nicholson personifica a un inadaptado que ingresa a un manicomio fingiendo ser loco, y creyendo que jugará un divertido juego intelectual tanto con los verdaderos locos como con las autoridades de la institución. Gradualmente, sin embargo, el personaje efectivamente termina volviéndose loco.

En un mecanismo similar, los sionistas reparten a diestro y siniestro infundios, distorsiones y falsedades para consumo del público palurdo, y creen que tienen todo controlado. Pero inevitablemente ellos mismos terminan creyéndose algunas de las mentiras, y hasta publicándolas en periódicos de primera línea. Lo celebramos como evidencia tanto de los mecanismos tortuosos de la Hasbará como de la verdadera talla periodística del Jerusalem Post.

domingo, 28 de diciembre de 2008

La guía telefónica como prueba del delito

P.: ¿Qué tienen en común Baruj Sofer, Elad y Noá Mándel, Tejilá Cohen y Eitán Klein?
R.: Todos están en las guías telefónicas de Israel.

Y qué, me dirán ustedes. También están 4 millones de otros israelíes.

Pero esta gente vive en puestos de avanzada ilegales en Cisjordania. Sofer es residente de Amona, los Mándel viven en Palguei Máim, Cohen habita en Nevé Erez y Klein tiene domicilio en Noféi Nehemía, el primer puesto de avanzada listado en el Informe Sasón, un documento de 2004 que examinó el rol del Estado de Israel en ayudar a los colonos en la instalación de esos puestos ilegales.

¿Cómo llegaron estas gentes a tener una línea telefónica en primer lugar? A primera vista parecería ilógico. El actual gobierno israelí afirma oponerse a la captura unilateral de tierra palestina por parte de los colonos. Ahora bien; dado que existe un ente estatal regulatorio de las telecomunicaciones, todas las líneas instaladas en los territorios bajo control israelí deben ser aprobadas por el Estado. Por lo tanto, las líneas en los puestos de avanzada disfrutan de la aprobación legal del Estado de Israel, el mismo estado que los ha declarado ilegales. ¿Sorprendidos?

No deberían estarlo. Todo el asunto es parte de un problema más general, a saber la constante ambivalencia de los gobiernos israelíes en lo que se refiere a los asentamientos; su decir una cosa y hacer otra. Su denunciar a los colonos mientras asignan recursos para construirles viviendas a niveles de locura. Sus decretos de evacuación de este o aquel puesto mientras buscan los agujeros legales que les permitan no implementar la decisión. Su afirmación de que sólo pretenden quedarse con los asentamientos próximos a la Línea Verde (frontera de 1967) en un acuerdo final, al tiempo que aprueban un nuevo asentamiento civil en Maskiot, bien lejos de dicha línea.

Ninguna serie de promesas de evacuación convencerá al público internacional de que el gobierno israelí tiene el propósito o aun el deseo de retirar los puestos de avanzada ilegales de Cisjordania, cuando ni siquiera ha sido capaz de retirarlos de la guía telefónica.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Un ejemplo de manual

En inglés se llama "textbook case" (ejemplo de manual) a un caso que ilustra arquetípicamente el comportamiento de una variable o conjunto de ellas.

En el último post de su blog, nuestro amigo Fabián, de quien ya hemos hablado en estos posts, nos ofrece un "textbook case" de reacción sionista ante ciertas realidades incómodas para el Estado de Israel. Es interesante leerlo completo porque Fabián no es un fanático ciego (si no, no lo tendríamos en nuestro blogroll); pertenece al segmento por así decirlo "iluminado" de la Hasbará, el mismo que no se inventa una ficción de que Israel no está ocupando ningún territorio, ni busca pretextos legalistas para justificar la expropiación sistemática de territorio palestino por parte de judíos fundamentalistas.

El texto hace alusión a la reacción violenta de la comunidad judía de Hebrón frente al desalojo, por parte de las fuerzas de seguridad israelíes, de una casa --de UNA casa--, cínicamente bautizada Beit HaShalom (Casa de la Paz), de los miles de viviendas ocupadas (o construidas) ilegalmente por colonos judíos en Cisjordania. Dice Fabián:

Bueno, este es un tema sobre el que en realidad no tengo muchas ganas de escribir, pero ya que es "actual", debería hacer el intento.

Los colonos de Hebron son fanáticos religiosos. Eso no es un problema en sí mismo, sino sólo cuando utilizan la violencia. Como ahora, que han atacado a los soldados israelíes que están allí para protegerlos con ácido, papas con clavos, harina (que hiere gravemente a las córneas), piedras y otras cosas. Deberían llevarse a absolutamente todos los colonos judíos de Hebrón. Están allí porque se metieron en un momento en que Israel no sabía que hacer con los territorios. Ygal Allon, Moshé Dayan y Levi Eshkol fueron culpables de negligencia y apoyo indirecto a ese proyecto insólito. El fanático rabino Moshé Levinger que fue el que inició toda esta farsa se podría morir de una buena vez, pero no antes de que vea como se llevan a todos presos de allí y se cierra esta locura que él empezó.

Más allá de eso, los judíos tenemos derecho a ir y mantener la Tumba de los Patriarcas que queda allí, y a visitar en paz la zona. Si los árabes no lo pueden garantizar, entonces el ejército israelí deberá hacerlo. Tanto se habla de que Jerusalem es la "tercera ciudad más importante en el Islam" y se olvida que Hebrón es la segunda ciudad más importante en el judaísmo. Y ya que estamos, recomiendo un libro sobre este tema: Gershom Gorenberg, "The Accidental Empire".

Y en estos párrafos vemos una condensación, una síntesis casi perfecta de todo el proceso de negación, de autoengaño hasta nos animaríamos a decir, que vive el sionismo racional respecto a la situación en los territorios.

En primer lugar se atribuye la presencia de los colonos en Hebrón a causas inexplicables sobre las que ya no podemos volver; a algo ya pasado e irreversible, que no nos damos cuenta de cómo nos pudo llegar a acontecer. Más o menos como esas películas en que aparece una mujer con una pistola humeante y cara de no entender nada diciendo "creo que he matado a Paul". Sólo Igal Alón, Moshé Daián y Levi Eshkol tuvieron responsabilidades en el asunto; pero el gobierno actual no, no sea cosa que tengamos que distraernos de su defensa monolítica para criticarlo aunque sea levemente. Fabián parece ignorar que Ehud Ólmert, el actual primer ministro israelí, ha autorizado nuevas construcciones en los asentamientos a niveles de escándalo, incluyendo el primer nuevo asentamiento civil oficial en una década en Maskiot (las otras construcciones se hicieron bajo la ficción formal de "ampliación de asentamientos existentes"). Parece, pero no lo ignora; simplemente sabe que empezar a criticar esas políticas es incompatible con su infatigable labor de apologista del Estado de Israel.

En segundo lugar, circunscribe el problema, y esto ya desde el título del post, a los pocos (aunque crecientes) centenares de judíos de Hebrón. Si sólo se consiguiera erradicar (nos viene a decir) ese revoltoso pero exiguo enclave, toda la injusticia de Cisjordania desaparecería de un plumazo e Israel podría volver a ejercer de luz entre las naciones.

Claro que, como suele ocurrir con los argumentos de la Hasbará, éste se basa exclusivamente en el elevado nivel de desinformación de la gente. Solamente una persona alimentada por la prensa más superficial (lamentablemente, el 99% de la misma) puede ignorar supinamente que Hebrón es simplemente la punta de un iceberg, un minúsculo apéndice de una mucho mayor comunidad fundamentalista que habita en el cercano asentamiento de Kiriat Arba más tres o cuatro comunidades satélites. Cortados con la misma tijera que los de Hebrón, estos judíos de Kiriat Arba exhiben un similar comportamiento vandálico. Justamente a raíz del desalojo de Beit HaShalom reportaba el Jerusalem Post:

Mientras personal de seguirdad penetraba en la casa Beit HaShalom de Hebrón el jueves a la tarde, jóvenes judíos de la cercana Kiriat Arba lanzaron un contraataque, rompiendo una verja de metal en la Ieshivá Nir y ocupando el valle entre ellos y el sitio de la evacuación, provocando incendios, apedreando casas palestinas, derribando antenas satelitales y prendiendo fuego a olivos.

Cumpliendo con su política de "todo tiene un precio" --cobrar un precio en propiedad palestina cada vez que las fuerzas de seguridad evacuan casas judías-- los jóvenes se desparramaron por el valle con las caras cubiertas por camisetas y máscaras, causando el máximo daño posible en la menor cantidad de tiempo.

Los palestinos respondieron saliendo de sus casas y devolviendo los piedrazos a los jóvenes. Los soldados, ocupados con el desalojo al otro lado del valle, demoraron en responder.

Mientras la violencia continuaba, un hombre de Kiriat Arba, armado con un M-16, ingresó al valle y abrió fuego sobre los palestinos con balas de goma, hiriendo a tres. Dos de los heridos, un anciano y su hijo, fueron llevados a una casa palestina cercana, donde esperaban atención médica. Se ignoraba el paradero de la tercera víctima al cierre de la edición.

Los palestinos dijeron que 14 personas fueron heridas por los colonos desde que comenzó el desalojo, y que al menos 15 autos fueron incendiados en las cercanías de la estructura en disputa.

Vemos aquí una singularmente monstruosa versión de la doctrina del ojo por ojo, en la cual cuando los soldados israelíes les arrancan un ojo a los colonos éstos responden arrancándoles un ojo a... los palestinos. Pero lo más sorprendente es que ésta es una política manifestada explícitamente, la del "todo tiene un precio". Sin embargo no vemos a la dirigencia de Kiriat Arba encarcelada por formularla. En un comportamiento perturbadoramente similar al de la Rusia zarista, el gobierno israelí administra un castigo irrisorio a los colonos (desalojándolos de UNA casa) mientras condona toda su otra violencia, la cual está "demasiado ocupado" para reprimir.

En tercer lugar, Fabián invoca el derecho de los judíos a visitar sus lugares sagrados en Hebrón, que por supuesto apoyamos y debe formar parte de cualquier proceso de paz; pero afirma que si los palestinos no pueden asegurar su acceso seguro, entonces debe ser el Ejército israelí el garante. Por supuesto, ni se le cruza por la cabeza que, habida cuenta de que el Ejército israelí no garantiza la seguridad de los palestinos, necesariamente debe ser una fuerza internacional la que vigile que las peregrinaciones se desarrollen en paz.

Y finalmente, ¿qué es lo que provoca la indignación de Fabián, y lo mueve, muy a su pesar, a escribir un post? No los autos incendiados, los olivos quemados, los disparos con un M-16 a un anciano indefenso. Fabián reacciona porque "han atacado a los soldados israelíes que están allí para protegerlos con ácido, papas con clavos, harina (que hiere gravemente a las córneas), piedras y otras cosas". Los colonos deben irse no por su comportamiento vandálico general, sino porque en esta ocasión lo dirigieron hacia soldados israelíes. Un ejemplo más de cómo aun en las mentalidades judeoisraelíes más esclarecidas, aquéllas capaces de analizar situaciones desapasionadamente y aun confesar que hay cosas que Levi Eshkol hizo mal en 1967, está firmemente atrincherada la idea central sionista (y aquí es donde este movimiento se intersecta con la ortodoxia más fundamentalista) de que una vida judía vale más que otras vidas.

UPDATE: Ya está en YouTube el video del colono judío atacando con balas de goma a palestinos:


El premier Ólmert denunció el "pogrom" perpetrado contra los árabes de Hebrón, y, por supuesto, "llevará las investigaciones hasta las últimas consecuencias para castigar a los culpables".

jueves, 27 de noviembre de 2008

Todo lo que usted sabía sobre los palestinos...

... es cierto con respecto a los sionistas.

¿Sabía usted que ...

... cuando los judíos no tenían un estado usaban a niños de 10 años con fines militares, y el ejército israelí lo informa orgullosamente en su página web?

... el vicepremier israelí Eli Ishay ha declarado que los homosexuales y lesbianas son gente enferma?

... los israelíes han usado repetidas veces ambulancias con fines militares, especialmente para transportar sus tropas?

... en los autobuses de las llamadas líneas Mehadrin, en Jerusalén, subvencionados por el Estado, las mujeres son golpeadas si intentan sentarse en los asientos delanteros?

... los sionistas agregaron humo a fotos del Holocausto que no lo tenían para añadirles dramatismo barato? Después tuvieron que retractarse; deshonrosamente para ellos, ¡fueron los negadores del Holocausto los que los pusieron en evidencia!

... los padres de los niños judíos ultraortodoxos de Cisjordania les enseñan a empuñar ametralladoras desde pequeños?

... los israelíes han usado frecuentemente a niños como escudos humanos?

... Israel ha disparado contra los palestinos bombas de 10 cm de diámetro que contienen varios miles de pequeños dardos metálicos que se dispersan en un arco cónico de 300 x 90 metros, matando a civiles, incluyendo a niños?

... diversos rabinos israelíes han prohibido a sus fieles alquilarles viviendas a los árabes, o darles empleo?

... Israel ha ordenado la demolición de la aldea palestina de Aqaba en el valle del Jordán, incluyendo infraestructura que se podía seguir usando, como la mezquita, el centro médico, las calles y un kindergarten?

Cuando los palestinos hacen todas estas cosas, son bárbaros y primitivos antisemitas. Cuando las hacen los judíos... bien, ¡ellos sufrieron el holocausto!

María Elena Walsh lo resumió muy bien en esta canción cantada por Luis Pescetti:

domingo, 9 de noviembre de 2008

La teoría del intercambio de poblaciones falla en Jerusalén

La teoría del intercambio de poblaciones sostiene que tantos árabes "huyeron voluntariamente" de Israel como judíos "fueron expulsados" de tierras árabes. Aun cuando pueda ser cierto que determinados palestinos poseían propiedades que fueron confiscadas por Israel, los gobiernos árabes también confiscaron propiedad judía. En resumen, los reclamos de los árabes contra Israel se cancelan con los reclamos judíos contra los países árabes y no debería haber derecho de retorno para ninguno de ambos. Puesto que los judíos no han pedido retornar a Irak, Yemen o Marruecos, esto significa básicamente que los palestinos deberían renunciar a su derecho de retorno a Israel. Sesenta años han transcurrido y no es razonable que no lo acepten.

Por supuesto, la teoría descansa sobre la premisa de que los judíos orientales que emigraron a Israel eran refugiados, y se pueden hacer varias objeciones a esa afirmación; pero esto lo analizaremos en otro post y no nos interesa aquí. Hoy quiero concentrarme en un hecho poco conocido acerca de los desplazamientos poblacionales de 1948, a saber que algunos refugiados árabes de Jerusalén Occidental se fueron a vivir a un lugar tan cercano como... Jerusalén Oriental. Cuando Israel ocupó y anexó la ciudad oriental luego de la Guerra de los Seis Días, dichos refugiados se convirtieron en residentes israelíes.

Entre esa gente, nos informa Haaretz, estaban Mohamed al-Kurd y su mujer Fawzieh. En 1956, la pareja recibió una vivienda del gobierno jordano y de una agencia de refugiados de la ONU en el barrio de Sheij Yarra de Jerusalén Oriental.

Cincuenta años más tarde, un grupo judío se mudó a parte de la casa, sosteniendo que un contrato de compraventa de la era otomana otorgaba la propiedad del inmueble al Comité para el Grupo Sefaradí. Los al-Kurd comenzaron una batalla legal por su casa que fue decidida en julio del 2008, cuando un tribunal de distrito de Jerusalén emitió un fallo en favor del Grupo Sefaradí, el cual transfirió la propiedad a una organización de colonos llamada "Hacienda de Shimon". Los al-Kurd recibieron orden de abandonar la propiedad, en medio de protestas de grupos de derechos humanos e, inusualmente, los Estados Unidos.

Finalmente, hoy, a las 4.45 de la mañana, unos 20 vehículos y siete minibuses de la policía sellaron gran parte del barrio y procedieron a evacuar a los al-Kurd.

Aparte de la horrorosa dimensión humanitaria de que una pareja bien entrada en la setentena sea echada de su casa por los militares en la madrugada, este incidente pone a prueba la teoría del intercambio de poblaciones.

Cierto, el Grupo Sefaradí puede haber sido el verdadero dueño de la casa. Pero su derecho ¿no se "cancela" con el de, digamos, los habitantes de Ein Hod cuya mezquita fue convertida en un café de moda para artistas judíos? Y si los habitantes de Iqrit y Birim (que son árabes israelíes expulsados por las Fuerzas de Defensa de Israel) no tienen el derecho de retornar a sus aldeas, ¿por qué debería el grupo "Hacienda de Shimon" disfrutar del derecho de "retornar" a una casa de Jerusalén Este donde ni ellos ni sus padres ni sus abuelos jamás vivieron?

¿Por qué se supone que los palestinos deben aceptar el resultado de un intercambio poblacional (o sea, la pérdida de su propiedad), pero los judíos no deben aceptar su parte de dicho resultado?

La teoría del intercambio de poblaciones fue puesta a prueba en Jerusalén. No superó el test.

lunes, 27 de octubre de 2008

Los dobles estándares de la vandalización



TUMBAS JUDÍAS PROFANADAS EN
[COMPLETAR CON CIUDAD EUROPEA]

¿Cuál sería la reacción internacional a esta noticia? En realidad, no necesitamos averiguar demasiado. Sabemos que la información ocuparía un lugar prominente en los principales medios del mundo, como este, este o este.

Esto contradice toda lógica, dado que a diario se dan violaciones mucho más severas de los derechos humanos en otras partes del mundo. Recientemente, por ejemplo, el Ejército de Resistencia del Señor de Uganda mató a tres adultos que cuidaban una escuala, y luego procedió a secuestrar a un aula de alumnos. Estos niños serán reeducados y convertidos en guerrilleros, como es la horrenda costumbre del ERS. Sin embargo no nos enteramos de esto a través de las mismas fuentes que dan grandes detalles sobre la profanación de tumbas judías.

Por supuesto, este es un análisis deshonesto. Las agencias de noticias y los diarios son negocios y, como tales, tienden a prestar mayor atención a aquellos sucesos que interesarán más a sus audiencias. Y, como dice el dicho, los judíos son noticia. Son --por ponerlo crudamente-- un pueblo mucho más "interesante" que los grupos étnicos de piel oscura de partes remotas del globo.

Pero ¿qué pasaría si los judíos fueran los que profanana tumbas? ¿Se informaría ampliamente sobre ello? En principio tendría que ser así. Los judíos son noticia, tanto cuando son víctimas como cuando son victimarios.

Pero no. No nos enteraremos por un titular del International Herald Tribune que hoy, en la ciudad cisjordana de Hebrón, un grupo de judíos vandalizaron un cementerio islámico. Como informa el Jerusalem Post:

Unos 100 colonos esperaban en el puesto de avanzada Granja Féderman a la salida de Kiriat Arba el domingo a la noche a los soldados israelíes que temen que evacuarán el sitio por segunda vez en 24 horas.

Hacia la 1 de la mañana del domingo, soldados, gendarmes fronterizos y la policía sorprendieron a las dos familias que vivían en el puesto, situado dentro de los límites municipales del asentamiento, en una cuesta que baja de uno de los caminos principales.

Rápidamente evacuaron las familias y destruyeron las dos casas; una pertene3cía a la familia del conocido activista de ultraderecha Noam Féderman, y la otra a la familia del cantor Sinaí Tor.

A la tarde, mientras los soldados y gendarmes permanecían arriba en el cerro, los activistas habían construido una estructura blanca y pequeña de una habitación en el lugar y puesto un generador.

La evacuación del domingo a la mañana disparó una inmediata protesta de los activistas, quienes cortaron los neumáticos de coches palestinos y vandalizaron un cementerio islámico en la vecina Hebrón.


Hay una foto de las tumbas vandalizadas:


¿Por qué no nos enteraremos que estos miembros de un pueblo a quien le han profanado sus tumbas por los últimos 20 siglos ahora profanan ellos mismos los cementerios de otros? ¡Sería una historia tan interesante!

La respuesta parece ser que al pueblo judío se le da un beneficio de la duda que sería la envidia de cualquier otro pueblo. Cuando adolescentes franceses profanan una tumba, se supone que algo está mal en la nación francesa. Cuando adolescentes judíos profanan una tumba, de alguna manera está prohibido pensar que tiene algo que ver con su judeidad, y se supone que son sólo unos cuantos loquitos actuando por su cuenta.

¿Lo son? La respuesta concisa es no. Aunqe el estado israelí de la boca para afuera condena sus actos, al mismo tiempo les da luz verde para ejecutarlos, del mismo modo que la Rusia zarista permitía los pogroms al tiempo que procesaba a algunos perpetradores una vez que la brutalidad había acabado. Asimismo, el Estado de Israel subsidia generosamente a los profanadores de tumbas judíos, dándoles vivienda económica y proveyéndoles servicios. De hecho fue el Estado el que los impulsó a establecerse en Cisjordania en primer lugar.

Y aun así nada de esto recibe la publicidad que merecería en la prensa mundial. ¿Alguien dijo dobles estándares?

lunes, 20 de octubre de 2008

Seguimiento de caso: disparo al pie

Cuando se les presenta evidencia de fechorías israelíes, especialmente del Ejército, siempre se puede contar con que los traficantes de hasbará dirán que:

1) esas acciones lamentables, pero aisladas, salen a la luz porque en Israel hay libertad de expresión; y
2) Israel investiga a las pocas manzanas podridas que hacen cosas malas.

Superficialmente, parecería que sí. Si se informan los crímenes, es porque a alguien se le permitió informarlos; y en efecto se inician procesos contra los soldados o colonos que se portan mal.

Empero, siendo el Medio Oriente lo que es, siempre es saludable apuntar a un nivel un poco más profundo de análisis. Y al hacerlo, surgen dos preguntas: ¿le gente realmente es libre de informar de las acciones criminales del Ejército israelí... o sufren consecuencias? Y los casos que se abren contra soldados que cometen crímenes ¿terminan en condenas?

Para tratar de contestar estas preguntas, decidí investigar un incidente del que ya hemos hablado en este blog: el disparo al pie de un palestino vendado y esposado por parte de un soldado israelí en el mes de julio. No es el único crimen del Ejército israelí que me consta, pero soy medio haragán y aproveché este caso del cual hay mucha información disponible.

¿Quién denunció el disparo? Una niña palestina, que filmó el incidente con una cámara que le había dado su escuela para filmar una fiesta estudiantil. Le entregó el video a B'Tselem, un grupo de derechos humanos israelí financiado por iglesias y organizaciones de izquierda europeas.

Bien. Lo filmó y la historia llegó a los titulares. Pero ¿fue encomiada por el Estado de Israel... o por lo menos dejada en paz?

Ehm, no. Desde el día en que filmó la acción criminal, su casa ha recibido diariamente disparos de las Fuerzas de Defensa Israelíes, las mismas que "hacen todo lo humanamente posible por no herir a civiles". Como se lee en su testimonio:

"Desde que se emitió mi video, los soldados disparan contra nuestra casa todo el tiempo." Las ventanas rotas y agrietadas en el frente del edificio confirman su historia. "Cuando dejamos las ventanas abiertas, lanzan gas lacrimógeno también".


Hay una foto de la niña en su casa:



Nótese el agujero de bala en la ventana en el centro de este detalle ampliado:



De modo que tenemos aquí que la "libertad de expresión" israelí significa que si uno desenmascara al Ejército y no tiene la fortuna de ser judío, la casa de uno recibe disparos. Exactamente como en esas seudodemocracias donde no se cierran diarios, pero los periodistas "contreras" sufren extraños accidentes.

Pero ¿qué fue del comandante que ordenó el disparo y por lo tanto enfrentó la implacable maquinaria investigativa de las Fuerzas de Defensa de Israel? Ciertamente, fue procesado. Pero ¿lo encarcelaron, o lo echaron del Ejército?

Ehm, nuevamente no.

Omri Burbag --tal el nombre de la bestia-- fue removido del comando del batallón, transferido a otro puesto y juzgado en la corte militar bajo el relativamente intrascendente cargo de "conducta impropia".

¿A qué otro puesto? Bien, pasó a comandar la rama motorizada del centro de entrenamiento para la guerra terrestre cerca de Ashkelón. Ver aquí (hebreo).

Así es: el comandante que ordenó dispararle a un prisionero está ahora entrenando a otros soldados.

La conclusión parecería ser que los palestinos no pueden desenmascarar libremente los crímenes de guerra israelíes; y que si bien se inician procesos contra los soldados criminales, estos no derivan en condenas. Lo que destruye otros dos mitos de la Hasbará.

Agradecimiento: Jews sans frontières.

martes, 14 de octubre de 2008

El día que Mahoma manejó en Iom Kipur

La celebración de este año del Iom Kipur, o Día del Perdón, la fecha más solemne del calendario judío, se vio empañada por una ola de disturbios étnicos en la localidad israelí de Acre, uno de los pocos centros poblacionales oficialmente reconocidos como "ciudades mixtas" por el país. Aproximadamente un tercio de los 45.000 habitantes de Acre son árabes; los dos tercios restantes, judíos.

Como es habitual en estos casos, la información sobre los acontecimientos es contradictoria. Tanto judíos como árabes se acusan mutuamente de llevar a cabo un pogrom. Autos y tiendas han sido destrozados y cerca de una docena de casas árabes fueron incendiadas. Ambos grupos han sufrido mucho en términos de daños a la propiedad, aunque no se registraron víctimas.

Sin embargo, lo que no se discute es el incidente que desencadenó los disturbios. De acuerdo con Haaretz:

Los disturbios, algunos de los peores que ha visto la ciudad en años, comenzaron hacia la medianoche del miércoles luego de que un residente árabe de la Ciudad Vieja de Acre entró con su coche en un barrio predominantemente judío del este de Acre, donde dijo que vivía. Adolescentes judíos en el lugar dijeron que el árabe estaba deliberadamente haciendo ruido y fumando cigarrillos. Los jóvenes atacaron al hombre y poco después un grupo de jóvenes árabes llegó al lugar, iniciando un disturbio.

Personalmente no me gusta la gente que hace ruido y fuma. Prefiero a los no fumadores silenciosos. Dicho eso, reconozco que ninguna de ambas actividades es ilegal.

El problema aquí, empero, es que tanto operar máquinas (como coches o reproductores de CD) como fumar están prohibidos durante Iom Kipur, y la población judía vio la actitud del árabe como una provocación.

¿Y saben a qué me recuerda esto? A las caricaturas danesas de Mahoma. Los musulmanes se enfurecieron ante los claramente provocativos dibujos, pero, ¿recuerdan?, tendrían que haber mantenido la racionalidad. Después de todo, ellos no tienen derecho a imponer sus creencias religiosas a los cristianos europeos.

No veo a los que presentaron ese argumento aplicándolo a la situación de Acre. Los judíos no tienen derecho a imponer su prohibición supersticiosa de ciertas actividades en fechas determinadas a la ciudadanía árabe de Israel. Pero los campeones de la racionalidad que tan rápidamente descalificaron a los musulmanes por su reacción ante las caricaturas súbitamente comprenden la ira judía hacia quienes no observan el Iom Kipur; o, al menos, omiten condenar su irracionalidad y aseverar inequívocamente que fueron los judíos, no los árabes, quienes iniciaron los disturbios después de ofenderse absurdamente.

Lo que es peor, ¡los propios líderes árabes israelíes se han disculpado por un individuo árabe que ejercía sus libertades! Una declaración de residentes árabes notables de Acre afirmó:

En Iom Kipur y en todos los Iom Kipures respetamos, por nuestra propia voluntad y sensibilidad, la santidad del día para los judíos y evitamos, casi todos nosotros, violar su carácter sacro desistiendo de organizar actos públicos y a manejar nuestros autos. (...) Lamentamos que una minoría insignificante de nosotros no tuviera ese cuidado y decidiera manejar sus autos en un barrio judío hiriendo los sentimientos de los vecinos judíos.

Esta declaración es muy reveladora del estado de dhimmitud, o estatus de minoría protegida, en que viven los árabes israelíes. Como ciudadanos de segunda, tienen que cuidarse mucho de no "herir los sentimientos" de gente que vino a Acre hace sólo 60 años, cuando ni un solo miembro de la población árabe existente había jamás en su vida avistado una kipá. Por supuesto, no hay ninguna reciprocidad, y los judíos de Acre toman libremente cerveza, prohibida por el Islam, durante el mes sagrado de Ramadán.

La respuesta al ridículo mea culpa de los notables árabes fue un llamamiento subido a Internet:

No compraremos nada más de los árabes, no respetaremos ninguna de sus festividades ni sus lugares. Árabes de Acre, vayan a buscarse un lugar en las aldeas. (...) Un judío es el hijo de un rey; un árabe es el hijo de un perro.

Vivimos en un mundo muy irracional.

martes, 7 de octubre de 2008

Moralidad e hipocresía

En un debate que estamos teniendo en el blog Desde Sefarad, uno de mis oponentes, Buena Prensa, discute mi aseveración de que el comportamiento de Israel merece una atención particular. El argumento de Buena Prensa, bastante remanido por otra parte, es que Israel es un país como cualquier otro: ni mejor ni peor, ya lo dijo Golda Meir varias décadas atrás. Entonces ¿por qué se habría de vigilar tan meticulosamente y buscarle pelos en la leche a un país imbuido de tanta normalidad?

Pero basta rascar un poco bajo la superficie para observar que no es cierto que ésa sea la forma como Israel se ve a sí mismo.

Hace un par de meses, un soldado israelí le disparó al pie a un civil palestino detenido, maniatado y vendado. Una chica palestina de 16 años filmó el incidente y entregó el video al grupo de derechos humanos israelí B'Tselem, el cual lo difundió nacional e internacionalmente. En nota republicada en el propio blog de Buena Prensa, el analista argentino-israelí Mario Wainstein comenzó por informar:

[L]a organización Betzelem, que es quien presentó la denuncia, es la que le dio a la familia la filmadora y lo hizo porque obraban en su poder múltiples denuncias pero no tenían las pruebas


Ya aquí hay un primer desvío informativo: la chica filmó con su propia cámara y por su propia iniciativa, no con una cámara de B'Tsélem y dentro de un programa de esta organización.

Más adelante, Wainstein se lamenta de los antisionistas que se regodean ante la información y aprovecharán el suceso para castigar todavía más duramente a Israel. En el párrafo crítico de su nota, apunta el sionista:

Es lógico que el disparo de un soldado judío a los pies de un palestino con balas de caucho, provocando una herida en el pulgar de su pie, tenga mayor difusión y provoque más denuncias morales que la glorificación de un sujeto, no judío, que asesinó a golpes a una niña de cuatro años. Es tan lógico como la liberación de centenares de árabes palestinos a cambio de un prisionero israelí.

No lo digo con ironía, creo que ustedes tienen razón. No se trata de un doble rasero. Ustedes, sencillamente, saben que nosotros somos superiores moralmente y por eso nos exigen lo que a otros no. Creo que es cierto y tienen razón. Somos superiores.

Tan superiores, que la denuncia de la conducta inmoral no provino de ustedes sino de nosotros, de una organización no gubernamental israelí y judía que se llama, y no por casualidad, ''Betzelem'', que quiere decir ''a imagen'', un nombre extraído de la Biblia hebrea, que dice que el hombre, todos los hombres, fue creado a imagen y semejanza de Dios.


En lugar de aceptar que Israel es un Estado como todos los demás, que en situaciones de guerra cometen actos perversos, Wainstein se esfuerza por minimizar el suceso y glorificar el comportamiento israelí. "Una bala de caucho": falso; se trata de balas de metal revestidas en caucho, que no deben dispararse a menos de 10 metros (el disparo al palestino fue a un metro de distancia). "La denuncia de la conducta inmoral no provino de ustedes sino de nosotros": falso; la denuncia provino de la niña palestina, y si la formuló ante B'Tselem fue porque sabía que si la denunciaba al Ejército o a la policía ambos organismos hubieran encubierto el incidente.

Por otro lado, obsérvese cómo Wainstein se apropia del trabajo de B'Tselem, haciendo aparecer como representativos del carácter nacional israelí a un grupo marginal de ciudadanos, despreciados por la mayoría de la población y sin absolutamente ningún poder político, que de manera quijotesca (pero no heroica; heroica fue la niña que filmó, y en otro post veremos por qué) se dedica a mostrar lo que a Israel le gustaría barrer bajo la alfombra.

En resumen, Israel no es el país más moral del mundo, y por lo tanto no hay por qué informar tanto sobre nuestros crímenes de guerra. Por otro lado, Israel es el país más moral del mundo, y eso compensa que les peguemos tiros en el pie a detenidos vendados y esposados.

¡Hipócritas!

domingo, 28 de septiembre de 2008

La analogía irlandesa

Hoy leo en Haaretz un artículo de Aluf Benn que plantea una analogía entre Palestina e Irlanda. Se trata de uno de esos artículos que empiezan en tono neutro, considerando con aparente imparcialidad los argumentos de palestinos e israelíes, pero después imperceptiblemente se van deslizando hacia demostrar la irrazonabilidad de los palestinos, para terminar concluyendo que, aunque tanto israelíes como palestinos tienen culpas en el asunto, la culpa la tienen los palestinos.

El artículo plantea que en 1921 Gran Bretaña ofreció a Irlanda más o menos lo que Ólmert le ofrece a Abbas hoy. Irlanda del Sur vendría a ser la parte de Cisjordania que pasaría a los palestinos. Irlanda del Norte vendría a ser los bloques de asentamientos judíos: lo que la potencia ocupante se quedó para sí. Si solamente los palestinos renunciaran a su posición maximalista y aceptaran ceder esos asentamientos, en el resto podrían construir un país tan próspero como Irlanda.

Es curioso que a Benn esto le parezca una buena solución, teniendo en cuenta lo que ocurrió en los asentamientos, es decir en el Úlster, en los últimos 40 años. En la sección de comentarios, un irlandés bajo el seudónimo de Kevin Kavanagh le respondió y lo transcribo textualmente, pues me ahorra redactar una argumentación:

La comparación con Irlanda es engañosa. Los "bloques de asentamientos" a que se refiere estaban confinados a una parte de la isla y no interferían con la contigüidad geográfica y la viabilidad del estado. La capital de la República de Irlanda, Dublín, fue entregada en su totalidad a los irlandeses, a diferencia de Jerusalén. A los irlandeses se les ofrecía la perspectiva de una nación estado sustancial y viable. A los palestinos se les ofrece (...) reservas tipo Bantustán completamente aisladas del mundo exterior. Si esto se les hubiera ofrecido a los irlandeses, en Inglaterra se seguirían poniendo bombas hasta el día de hoy.

Agrego yo que cuando los irlandeses arrojaban bombas en pubs ingleses, Inglaterra no destruía Irlanda en represalia. Ni siquiera demolía las casas de los padres de los terroristas.

Hacia el final, el artículo hace un esfuerzo por volver a la ecuanimidad:

Para que haya un avance decisivo [en las negociaciones], tenemos que entender las diferencias básicas entre ambas partes, y tratar de cerrar la brecha entre Marte y Venus.

Pese a las buenas intenciones expresadas en esta analogía cosmológica, el hecho es que el articulista termina diciendo cuáles son los errores de los palestinos, pero no se le ocurre un solo ejemplo de cosas que los israelíes puedan estar haciendo mal. Con esa predisposición es difícil que se llegue a cerrar ninguna brecha.