Si usted critica a Israel o al sionismo es, ante todo, una persona muy valiente, porque si bien toda posición tomada puede repercutir en contra de quien la sostiene, la crítica de Israel o del sionismo inexorablemente deriva en agresiones, desde verbales hasta físicas, hacia quien la formuló.
Para eso, la Hasbará tiene preparada una serie de latiguillos que automáticamente se disparan en cuanto alguien osa encontrarle la más mínima falla al Estado Más Moral del Mundo. Si usted está pensando en criticar a Israel o al sionismo públicamente, vaya tomando nota:
1) Si usted denuncia a los colonos israelíes como contraparte de los terroristas palestinos, usted está estableciendo una INACEPTABLE EQUIVALENCIA MORAL.
2) Si usted denuncia los miles de ejemplos de uso de escudos humanos por parte de Israel, usted está AGARRÁNDOSE DE CASOS PUNTUALES.
3) Si usted tiene algún tipo de ascendencia judía, usted es un JUDÍO AUTOODIADOR.
4) Si usted solicita que los actos de terrorismo sean puestos en su contexto, usted está APOYANDO EL TERRORISMO PALESTINO.
5) Si usted denuncia las bombas que los judíos ponían en mercados árabes antes de la independencia de Israel, usted está SACANDO LAS COSAS DE CONTEXTO.
6) Si usted observa que otros pueblos sufrieron genocidio y no recibieron un Estado a cambio, usted es un NEGADOR DEL HOLOCAUSTO.
7) Si usted piensa que un político judío favoreció a Israel porque es judío, usted está cayendo en una TEORÍA CONSPIRATIVA.
8) Si usted critica a las viñetas danesas que ridiculizaron a Mahoma, usted está ATACANDO LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
9) Si usted critica que en varios países europeos se meta presos a quienes, ejerciendo la libertad de expresión, niegan el Holocausto, usted es, nuevamente, un NEGADOR DEL HOLOCAUSTO.
Y, por supuesto:
10) Si no es posible encasillarlo en ninguna de las categorías anteriores, usted es un ANTISEMITA.
sábado, 26 de abril de 2008
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