domingo, 28 de diciembre de 2008

La guía telefónica como prueba del delito

P.: ¿Qué tienen en común Baruj Sofer, Elad y Noá Mándel, Tejilá Cohen y Eitán Klein?
R.: Todos están en las guías telefónicas de Israel.

Y qué, me dirán ustedes. También están 4 millones de otros israelíes.

Pero esta gente vive en puestos de avanzada ilegales en Cisjordania. Sofer es residente de Amona, los Mándel viven en Palguei Máim, Cohen habita en Nevé Erez y Klein tiene domicilio en Noféi Nehemía, el primer puesto de avanzada listado en el Informe Sasón, un documento de 2004 que examinó el rol del Estado de Israel en ayudar a los colonos en la instalación de esos puestos ilegales.

¿Cómo llegaron estas gentes a tener una línea telefónica en primer lugar? A primera vista parecería ilógico. El actual gobierno israelí afirma oponerse a la captura unilateral de tierra palestina por parte de los colonos. Ahora bien; dado que existe un ente estatal regulatorio de las telecomunicaciones, todas las líneas instaladas en los territorios bajo control israelí deben ser aprobadas por el Estado. Por lo tanto, las líneas en los puestos de avanzada disfrutan de la aprobación legal del Estado de Israel, el mismo estado que los ha declarado ilegales. ¿Sorprendidos?

No deberían estarlo. Todo el asunto es parte de un problema más general, a saber la constante ambivalencia de los gobiernos israelíes en lo que se refiere a los asentamientos; su decir una cosa y hacer otra. Su denunciar a los colonos mientras asignan recursos para construirles viviendas a niveles de locura. Sus decretos de evacuación de este o aquel puesto mientras buscan los agujeros legales que les permitan no implementar la decisión. Su afirmación de que sólo pretenden quedarse con los asentamientos próximos a la Línea Verde (frontera de 1967) en un acuerdo final, al tiempo que aprueban un nuevo asentamiento civil en Maskiot, bien lejos de dicha línea.

Ninguna serie de promesas de evacuación convencerá al público internacional de que el gobierno israelí tiene el propósito o aun el deseo de retirar los puestos de avanzada ilegales de Cisjordania, cuando ni siquiera ha sido capaz de retirarlos de la guía telefónica.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Un ejemplo de manual

En inglés se llama "textbook case" (ejemplo de manual) a un caso que ilustra arquetípicamente el comportamiento de una variable o conjunto de ellas.

En el último post de su blog, nuestro amigo Fabián, de quien ya hemos hablado en estos posts, nos ofrece un "textbook case" de reacción sionista ante ciertas realidades incómodas para el Estado de Israel. Es interesante leerlo completo porque Fabián no es un fanático ciego (si no, no lo tendríamos en nuestro blogroll); pertenece al segmento por así decirlo "iluminado" de la Hasbará, el mismo que no se inventa una ficción de que Israel no está ocupando ningún territorio, ni busca pretextos legalistas para justificar la expropiación sistemática de territorio palestino por parte de judíos fundamentalistas.

El texto hace alusión a la reacción violenta de la comunidad judía de Hebrón frente al desalojo, por parte de las fuerzas de seguridad israelíes, de una casa --de UNA casa--, cínicamente bautizada Beit HaShalom (Casa de la Paz), de los miles de viviendas ocupadas (o construidas) ilegalmente por colonos judíos en Cisjordania. Dice Fabián:

Bueno, este es un tema sobre el que en realidad no tengo muchas ganas de escribir, pero ya que es "actual", debería hacer el intento.

Los colonos de Hebron son fanáticos religiosos. Eso no es un problema en sí mismo, sino sólo cuando utilizan la violencia. Como ahora, que han atacado a los soldados israelíes que están allí para protegerlos con ácido, papas con clavos, harina (que hiere gravemente a las córneas), piedras y otras cosas. Deberían llevarse a absolutamente todos los colonos judíos de Hebrón. Están allí porque se metieron en un momento en que Israel no sabía que hacer con los territorios. Ygal Allon, Moshé Dayan y Levi Eshkol fueron culpables de negligencia y apoyo indirecto a ese proyecto insólito. El fanático rabino Moshé Levinger que fue el que inició toda esta farsa se podría morir de una buena vez, pero no antes de que vea como se llevan a todos presos de allí y se cierra esta locura que él empezó.

Más allá de eso, los judíos tenemos derecho a ir y mantener la Tumba de los Patriarcas que queda allí, y a visitar en paz la zona. Si los árabes no lo pueden garantizar, entonces el ejército israelí deberá hacerlo. Tanto se habla de que Jerusalem es la "tercera ciudad más importante en el Islam" y se olvida que Hebrón es la segunda ciudad más importante en el judaísmo. Y ya que estamos, recomiendo un libro sobre este tema: Gershom Gorenberg, "The Accidental Empire".

Y en estos párrafos vemos una condensación, una síntesis casi perfecta de todo el proceso de negación, de autoengaño hasta nos animaríamos a decir, que vive el sionismo racional respecto a la situación en los territorios.

En primer lugar se atribuye la presencia de los colonos en Hebrón a causas inexplicables sobre las que ya no podemos volver; a algo ya pasado e irreversible, que no nos damos cuenta de cómo nos pudo llegar a acontecer. Más o menos como esas películas en que aparece una mujer con una pistola humeante y cara de no entender nada diciendo "creo que he matado a Paul". Sólo Igal Alón, Moshé Daián y Levi Eshkol tuvieron responsabilidades en el asunto; pero el gobierno actual no, no sea cosa que tengamos que distraernos de su defensa monolítica para criticarlo aunque sea levemente. Fabián parece ignorar que Ehud Ólmert, el actual primer ministro israelí, ha autorizado nuevas construcciones en los asentamientos a niveles de escándalo, incluyendo el primer nuevo asentamiento civil oficial en una década en Maskiot (las otras construcciones se hicieron bajo la ficción formal de "ampliación de asentamientos existentes"). Parece, pero no lo ignora; simplemente sabe que empezar a criticar esas políticas es incompatible con su infatigable labor de apologista del Estado de Israel.

En segundo lugar, circunscribe el problema, y esto ya desde el título del post, a los pocos (aunque crecientes) centenares de judíos de Hebrón. Si sólo se consiguiera erradicar (nos viene a decir) ese revoltoso pero exiguo enclave, toda la injusticia de Cisjordania desaparecería de un plumazo e Israel podría volver a ejercer de luz entre las naciones.

Claro que, como suele ocurrir con los argumentos de la Hasbará, éste se basa exclusivamente en el elevado nivel de desinformación de la gente. Solamente una persona alimentada por la prensa más superficial (lamentablemente, el 99% de la misma) puede ignorar supinamente que Hebrón es simplemente la punta de un iceberg, un minúsculo apéndice de una mucho mayor comunidad fundamentalista que habita en el cercano asentamiento de Kiriat Arba más tres o cuatro comunidades satélites. Cortados con la misma tijera que los de Hebrón, estos judíos de Kiriat Arba exhiben un similar comportamiento vandálico. Justamente a raíz del desalojo de Beit HaShalom reportaba el Jerusalem Post:

Mientras personal de seguirdad penetraba en la casa Beit HaShalom de Hebrón el jueves a la tarde, jóvenes judíos de la cercana Kiriat Arba lanzaron un contraataque, rompiendo una verja de metal en la Ieshivá Nir y ocupando el valle entre ellos y el sitio de la evacuación, provocando incendios, apedreando casas palestinas, derribando antenas satelitales y prendiendo fuego a olivos.

Cumpliendo con su política de "todo tiene un precio" --cobrar un precio en propiedad palestina cada vez que las fuerzas de seguridad evacuan casas judías-- los jóvenes se desparramaron por el valle con las caras cubiertas por camisetas y máscaras, causando el máximo daño posible en la menor cantidad de tiempo.

Los palestinos respondieron saliendo de sus casas y devolviendo los piedrazos a los jóvenes. Los soldados, ocupados con el desalojo al otro lado del valle, demoraron en responder.

Mientras la violencia continuaba, un hombre de Kiriat Arba, armado con un M-16, ingresó al valle y abrió fuego sobre los palestinos con balas de goma, hiriendo a tres. Dos de los heridos, un anciano y su hijo, fueron llevados a una casa palestina cercana, donde esperaban atención médica. Se ignoraba el paradero de la tercera víctima al cierre de la edición.

Los palestinos dijeron que 14 personas fueron heridas por los colonos desde que comenzó el desalojo, y que al menos 15 autos fueron incendiados en las cercanías de la estructura en disputa.

Vemos aquí una singularmente monstruosa versión de la doctrina del ojo por ojo, en la cual cuando los soldados israelíes les arrancan un ojo a los colonos éstos responden arrancándoles un ojo a... los palestinos. Pero lo más sorprendente es que ésta es una política manifestada explícitamente, la del "todo tiene un precio". Sin embargo no vemos a la dirigencia de Kiriat Arba encarcelada por formularla. En un comportamiento perturbadoramente similar al de la Rusia zarista, el gobierno israelí administra un castigo irrisorio a los colonos (desalojándolos de UNA casa) mientras condona toda su otra violencia, la cual está "demasiado ocupado" para reprimir.

En tercer lugar, Fabián invoca el derecho de los judíos a visitar sus lugares sagrados en Hebrón, que por supuesto apoyamos y debe formar parte de cualquier proceso de paz; pero afirma que si los palestinos no pueden asegurar su acceso seguro, entonces debe ser el Ejército israelí el garante. Por supuesto, ni se le cruza por la cabeza que, habida cuenta de que el Ejército israelí no garantiza la seguridad de los palestinos, necesariamente debe ser una fuerza internacional la que vigile que las peregrinaciones se desarrollen en paz.

Y finalmente, ¿qué es lo que provoca la indignación de Fabián, y lo mueve, muy a su pesar, a escribir un post? No los autos incendiados, los olivos quemados, los disparos con un M-16 a un anciano indefenso. Fabián reacciona porque "han atacado a los soldados israelíes que están allí para protegerlos con ácido, papas con clavos, harina (que hiere gravemente a las córneas), piedras y otras cosas". Los colonos deben irse no por su comportamiento vandálico general, sino porque en esta ocasión lo dirigieron hacia soldados israelíes. Un ejemplo más de cómo aun en las mentalidades judeoisraelíes más esclarecidas, aquéllas capaces de analizar situaciones desapasionadamente y aun confesar que hay cosas que Levi Eshkol hizo mal en 1967, está firmemente atrincherada la idea central sionista (y aquí es donde este movimiento se intersecta con la ortodoxia más fundamentalista) de que una vida judía vale más que otras vidas.

UPDATE: Ya está en YouTube el video del colono judío atacando con balas de goma a palestinos:


El premier Ólmert denunció el "pogrom" perpetrado contra los árabes de Hebrón, y, por supuesto, "llevará las investigaciones hasta las últimas consecuencias para castigar a los culpables".